miércoles, 25 de enero de 2023

Candidatos (Parte 1) por José Dionisio Solórzano


José Dionisio Solórzano

En este artículo haré una rápida radiografía política a los precandidatos a la presidencial de la República por parte de las fuerzas de oposición, iniciemos con el Grupo de los Tres (AD-Henry Ramos; Un Nuevo Tiempo; Primero Justicia).

1-. Carlos Prosperi: Un joven dirigente, desconocido para la inmensa mayoría de los venezolanos e inclusivo para una parte significativa de los acciondemocratistas que siguen al lado de Henry Ramos Allup.

Cuenta con el aval de la maquinaria – ahora disminuida de AD – y con la asesoría de veteranos políticos; sin embargo, sus grandes defectos son su poca capacidad oratoria, poco vínculo con la sociedad venezolana, y la ausencia de “ángel político” lo colocan en una posición de minusvalía.

2-. Manuel Rosales: El líder indiscutible de Un Nuevo Tiempo (UNT), controla uno de los estados más importantes del país, el Zulia, y cuenta con un caudal de votos en esta entidad que lo colocan como un precandidato de respeto en unas primarias opositoras.

Manuel Rosales tiene en contra sus niveles de rechazo en las encuestas, su poca sintonía con el resto del país y la carencia de un partido político realmente posicionado en el país.

Su pro más importante es su experiencia como gobernante y como candidato presidencial.

3-. Henrique Capriles: Uno de los candidatos dentro de Primero Justicia; optaría por tercera ocasión por la silla de Miraflores.

Es un candidato conocido en todo el país, lo que esto le da rechazo y aceptación. Aún existen en el país personas que se denominan “caprilistas” luego de las campañas que éste protagonizó en el 2012 y 2013.

Su punto débil es el agotamiento de su credibilidad en un importante sector de la oposición.

4-. Juan Pablo Guanipa: Es otro abanderado por Primero Justicia, no tiene el nivel de conocimiento en la opinión pública como sus contrincantes: Capriles y Rosales.

Su elección como gobernador del Zulia y su rechazo a juramentarse ante la Asamblea Nacional Constituyente, le entregó en bandeja de plata esa gobernación al oficialismo, acción que aún le reprochan muchos zulianos.

Ahora, veamos los candidatos no G-3, pero que están dentro de la Plataforma Unitaria:

5-. María Corina Machado: La candidata con mayor fuerza en las encuestas y menos nivel de rechazo; es la preferida por parte del grueso de los venezolanos opositores.

Su debilidad se encuentra que no posee un partido con equipos en todo el país, Vente Venezuela no se ha sembrado como tal en muchos estados de nación; además, cuenta con mucha resistencia por parte del status quo opositor que la acusan de “radical”.

6-. Delsa Solórzano: Candidata de Encuentro Ciudadano una opción interesante, con mucha vehemencia, sin embargo no termina de calar en la opinión de los venezolanos. Cuenta con un incipiente movimiento político.

7-. Juan Guaidó: Es el candidato (o posiblemente lo sea) de Voluntad Popular, tiene el apoyo de un sector pequeño de la oposición, y un rechazo muy elevado debido al fracaso del llamado “gobierno de transición”.

Su salida abrupta del espacio de la transición, promovida por el G-3, lo han victimizado pero su efecto no ha sido suficiente para elevar su posición en las encuestas presidenciales.

(Quedarán en el tintero los candidatos de la Alianza Democrática, a quienes evaluaremos en la segunda parte de este artículo).

Como vemos, en este panorama particular, las cosas no pintan nada bien para el G-3 y si para María Corina Machado.

¡Para mí el guarapo dulce, el café amargo y el chocolate espeso!

miércoles, 18 de enero de 2023

Credibilidad / Por José Dionisio Solórzano

Hoy a la política venezolana le falta credibilidad; es asombroso como millones ciudadanos desconfían de los actores de la vida pública nacional, y cuando hablo de todos me refiero a blancos, azules, verdes, amarillos, rojos y del resto del arcoíris político venezolano.

Millones de venezolanos – sin que hablemos de las razones puntuales – desconfían del Gobierno nacional, no creen en los planteamientos, ideas, propuestas y planes de quienes despachan desde las instituciones del Estado.

Pues, la falta de credibilidad no solo salpica a Miraflores sino al resto del aparataje institucional, lo que es gravísimo para cualquier República o Nación en cualquier parte de la bolita del mundo.

Sin embargo, las oposiciones (sí, así en plural) también poseen un peligroso problema de credibilidad, debido a que muchísimos venezolanos tampoco le creen a quienes se hacen llamar de oposición.

Por ejemplo, la pelea entre el G4 (Ramos Allup, Julio Borges y Un Nuevo Tiempo) contra Voluntad Popular, y viceversa, deja en muy mala posición a este sector de la vida política venezolana, debido a que lo que dicen y las acusaciones mutuas, desprenden una inmundicia atroz.

Las declaraciones de Leopoldo López en contra de Julio Borges, Henrique Capriles, Manuel Rosales y compañía son terroríficas, y las posiciones de éstos contra los anaranjados de Juan Guaidó no se quedan atrás.

Incluso – esto hay que decirlo – antes que prendieran el ventilador puertas adentro del ya fenecido G4 y del «gobierno de transición», ya otras voces habían denunciado la podredumbre alrededor de la «transición»; un caso de esto fue el de Humberto Calderon Berti quien hace mucho tiempo atrás expuso las cochinadas que ocurrían dentro de Monómeros.

Ahora, en la otra oposición pesó durante un lapso prolongado – y aún pesa – el calificativo de «alacranes»; quienes participaron en la llamada «Rebelión de las Regiones»  y quienes le dieron el primer gran golpe político a Juan Guaidó fueron descalificados, agredidos e insultados desde los laboratorios comunicacionales del G4, y aún padecen las consecuencias de aquellos ataques.

No obstante, debido a lo sucedido en el G4, quienes participaron en aquellos eventos y más tarde conformaron la Alianza Democrática  hoy disfrutan de la reivindicación a raíz  del colapso de la política de Guaidó y compañía.

El Primero Venezuela (de Luis Parra y José Brito), la Acción Democrática (de Bernabé Gutiérrez), la Voluntad Popular (de “Goyo” Noriega) están refrescando su posición debido a que – como ellos mismos dicen – el tiempo les dio la razón.

La mejor librada en esta cadena de desatinos pareciera ser María Corina Machado, quien al no ser «alacrán», tampoco del G4 (ahora G3), ni menos haber tenido participación en el mentado «gobierno de transición», se encuentra fuera del ojo del huracán y libre de pecado.

Empero, ella posee – para algunos venezolanos – el estigma del radicalismo, el cual de cierta manera – aunque en mejor nivel – también perjudica su credibilidad pública.

Es entonces, que el país necesita personas que no solo sean honestas a cabalidad sino que transmitan esa honestidad con cada una de sus acciones.

¡Para mí el guarapo dulce, el café amargo y el chocolate espeso!

viernes, 6 de enero de 2023

Atención, atención (por Williams Caballero)

Es emocionante, para quienes amamos el turismo y la economía, ver de nuevo en el muelle de El Guamache un barco de crucero europeo y bajando de él casi 500 pasajeros.

La alegría está enmarcada en el significado de este hecho, pues con este primer crucero puede iniciarse una verdadera recuperación del turismo en la Isla de Margarita, podemos ver una reactivación económica en el estado Nueva Esparta y con ello más puestos de trabajo y mayor calidad de vida para los margariteños.

Sin embargo, esta buena noticia necesita de la colaboración de todos para que sea permanente y no una alegría fugaz; quisiera recordarles a todos los prestadores de servicios turísticos (transporte, restaurantes, hospedaje, y más) que con los pasajeros también bajaron a tierra la tripulación.

Y ¿por qué hago hincapié en la tripulación? Pues, los navegantes bajan a observar el trato que los nativos le dan a los turistas; se bajan a monitorear los servicios que se prestan, la calidad de los alimentos y el bienestar y confort que se garantizan en la Isla como destino turístico.

Quienes ejercen algún tipo de acción turística deben entender que debemos enamorar al visitante, atraparlo con amabilidad, cortesía, chispa y mucha mano zurda. O, de lo contrario, esos buques no volverán más.

Debemos evitar que pasen otros 15 años sin turismo en Venezuela; debemos ser competitivos ante Aruba, Curazao, Bonaire, Martinique y las demás islas del Caribe; debemos ofrecer una experiencia placentera para aquellos que lleguen hasta las costas venezolanas.

El país – y sobre todo la isla de Margarita – debe ser un anclaje de buena atención, debido a que esto es la única forma de terminar de cautivar a los temporadistas y afianzarnos como un destino seguro, agradable y bueno para que los barcos de cruceros vuelvan hacer paradas en el país.

Venezuela aún carece de una cultura de atención, no obstante no tenemos tiempo de crear una política en este sentido, es por ello que debemos optar y contar con la sensatez, inteligencia y sentido común de los prestadores de servicio actuales, y a la par ir trabajando en un proceso de identidad con relación a la atención al cliente turístico.

Espero que este crucero no sea el último y que las empresas navieras de turismo sigan manteniendo a Venezuela como una de sus paradas en sus travesías por el Caribe, pues esta es la única forma que tenemos para reactivar el turismo y fomentar la inversión privada en este ramo.

Si logramos que los cruceros paren en Venezuela, si mejoramos la conexión aérea, si vendemos todas las bondades naturales que poseemos como nación y a la vez generamos condiciones de servicios óptimas. Así, y solo así, seremos un destino turístico que compita en el mercado.

Dios nos dio las bellezas naturales, ahora depende de nosotros ser nuevos anfitriones y darle una momento inolvidable a los visitantes.

P.D: Las autoridades deben implementar sanciones muy duras a los delincuentes que atraquen a quienes nos visitan, no solo por el delito cometido sino por afectar la imagen y la economía nacional.