Redacción-. ¡No! ¡No tiene discusión! En Puerto La Cruz no hay cabida para discutir lo que todo el municipio sabe y necesita para lograr los cambios que nuestra sociedad demanda con ahínco.
No hay discusión con relación a la vital cohesión de todos los factores del municipio; una unidad que vaya más allá de las toldas políticas y se estructure desde las mismas bases de la sociedad portocruzana. Una unión de sentido y propósito que nos permita derrotar a un presente malo y a un pasado todavía peor.
No hay discusión con respecto a la necesidad de aglutinar un movimiento incluyente, donde todos los que quieran un cambio – incluyendo a quienes hasta hace poco apoyaban al sistema – se sientan recibidos e integrados en la lucha por una ciudad donde todos puedan vivir bien.
No hay discusión, la inmensa mayoría de los portocruzanos (de la Parroquia Puerto La Cruz y de la Parroquia Pozuelos – incluyendo a la zona de expansión –) quieren avanzar, quieren dejar atrás las malas experiencias y los malos gobiernos; quieren progresar y que la ciudad le brinde las condiciones para vivir con dignidad y desarrollo.
No hay discusión señores. Puerto La Cruz lo tiene todo, tiene las potencialidades, las capacidades, los talentos y la fuerza de volver a ser grande, solo necesita que cada uno de nosotros – como una decisión personal – se sume a esta gran tarea de salvación del municipio.
Nuestra ciudad ya decidió; son miles los portocruzanos que estan decididos a darle a nuestra ciudad un cambio para bien; son miles los ciudadanos que se han sumado a este proceso de lucha y que están firmes en el propósito de vencer en las próximas elecciones del 21 de noviembre.
Lo reitero, no hay discución. En la calle se siente una realidad que no puede ser negada ni ocultada. En la calle se palpa una verdad más alta que las escaleras de la Iglesia Santa Cruz, una verdad que se hace sentir todos los días y que significará el reavivamiento de las esperanzas de toda nuestra ciudad.
En Puerto La Cruz no hay discución, y entrar en una debate estéril es perder tiempo que es valioso para seguir organizando, amalgamando y consolidando la fuerza liberadora y salvadora de Puerto La Cruz. Evitemos obstáculos, es hora de avanzar.
La unión debe ser perfecta; hoy las bases de la sociedad porteña están unidas bajo un sentimiento único y unificador, solo faltan ustedes para lograr una unidad firme que termine de solidificar el equipo y así ganar la Alcaldía del Municipio Sotillo. Así de claro.
Hagamos que pase, seamos todos parte de esa gran fuerza de esperanza. Hagamos que pase, sumemos energía a la convicción y al compromiso de hacer de Puerto La Cruz una potencia con sensibilidad social. Es el momento de actuar y no de discutir lo que ya se decidió.
Juntos haremos que los cambios se materialicen, juntos construiremos esperanzas y las transformaremos en acciones tangibles para el bienestar de todos.
Juntos le regresaremos la grandeza a Puerto La Cruz y la felicidad a los portocruzanos.
Unidos es mejor; unidos le devolveremos al municipio su seguridad, su orden, su bienestar y su identidad.
¡Toma mi mano, vamos juntos!
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