Cuando leo cualquier noticia que implique inversión, reactivación económica o fuentes de empleo para los venezolanos, brinco de la alegría, pues estas son las noticias que todos los venezolanos queremos oír.
Más allá de la polémica política, el país necesita trabajo, inversión nacional e internacional y estabilidad económica para poder echar para adelante.
Por ejemplo, me gustó leer la noticia de que Yamaha volverá a activar su línea de ensamblaje de motocicletas en Venezuela, lo cual creará buenos puestos de empleo para muchos venezolanos.
Cuando Yamaha Venezuela dijo que reactivaría sus operaciones de ensamblaje de motos en el país en el 2023, sólo pensé en los padres y madres de familia trabajando allí y llevando el pan a la mesa de su familia. Esto debe ser aplaudido por todos.
Por tal motivo también veo con agrado cuando se informa qué tal o cual empresa petrolera operará en Venezuela, pues esto es sinónimo de una economía que se despierta, que se reaviva a sí misma.
Dios quiera que no sea solamente Chevron Corp sino que sean muchas más, las petroleras que quieran venir a trabajar mano a mano y hombro a hombro con los venezolanos. Así, como fue antes y como siempre debió de ser.
Aquí debemos dejar los egoísmos políticos y pensar en el país; la estabilidad económica es buena para todos los venezolanos. Debemos apartar lo político de la económico para poder avanzar.
Es hora que unos y otros le pidan al mundo que inviertan en Venezuela, que hagan turismo en Venezuela; que todos los actores políticos promuevan la economía nacional. Pues, a unos y a otros le conviene – tanto a los que gobiernan como a los que aspiran gobernar –.
Ojalá los muelles petroleros estén repletos de barcos llevando combustible a todas partes del mundo; ojalá los puertos nacionales aumenten su flujo, no solo de importaciones sino de exportaciones. Esto sería el deber ser para que la nación fluya y crezca.
Las buenas noticias sobre la economía nacional son necesarias, no solo para darle esperanza a los venezolanos que vivimos aquí y trabajamos aquí, sino para ir cambiándole el rostro a Venezuela frente al mundo, y volver a ser un destino económico atractivo.
Venezuela tiene mucho que ofrecerle al mundo; mucho por dar. No seamos nosotros los que paremos y/u obstaculicemos toda la grandeza que tiene esta tierra para darle al mundo.
¡Se tenía que decir y se dijo!
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