𝑹𝒆𝒅𝒂𝒄𝒄𝒊𝒐́𝒏-. El sábado pasado asistí a un acto donde más de 200 jóvenes – reunidos bajo las más estrictas políticas de bioseguridad – expresaron su compromiso de trabajar en serio por Venezuela y por Puerto la Cruz.
Vi en sus jóvenes rostros la ilusión, la fuerza, el dinamismo de una generación que ha crecido en medio de la más difícil situación, y a pesar de ello sigue dando la cara; sigue confiando en el futuro.
Escuché sus angustias personales, familiares y sociales. Tomé nota de sus ideas, proyectos y sobre todo de sus deseos más profundos. Reconocí en cada uno de ellos la energía inagotable de un país que no se rinde.
La misma fuerza de esa juventud que ayer tomó las calles buscando un ideal, construyendo un sueño; esa misma fuerza la encontré en ellos, en ese preciso momento.
Esa fuerza; ese compromiso; esa pasión que tienen los jóvenes, es la misma que debe multiplicarse en todas partes, es la fortaleza que como nación necesitamos para vencer todos los obstáculos.
Sin duda, Puerto La Cruz lo tiene todo, porque tiene esa juventud aguerrida que no se desmaya, que no cede y que está lista a darlo todo por el bien del municipio, y desde aquí echarle una mano a Venezuela.
Así nos llenamos de fuerza; así nos llenamos de ánimo para afrontar los retos que tengamos que afrontar.
La reunión se transformó en una caminata y con ellos caminé hasta el punto de registro y actualización de datos del Consejo Nacional Electoral; porque ellos quieren votar y por eso se están preparando, ellos quieren darle un cambio a su ciudad y a través de ello a su calidad de vida.
Más de 200 jóvenes que son una muestra de ese sentimiento que palpita en el pecho de nuestro municipio; un botón que pone en evidencia que existe un deseo ardiente por la libertad y por el bienestar de toda la población.
Y – estoy convencida– que sus manos serán hacedoras de cambios, que su ímpetu será el detonante fundamental para alcanzar el objetivo de un Puerto La Cruz de vida, bienestar y felicidad para todos.
Aquí solo faltas tú – que me estás leyendo – solo faltas que te unas a nosotros, que te incorpores a esta lucha por el bien de Puerto La Cruz, que te sumes a esta batalla para resistir y avanzar, para sacar del gobierno local a quienes tanto daño le han hecho – por acción y omisión – al municipio.
Esta juventud está clara que debemos derrotar a los malos que por tanto tiempo han hecho y deshecho, que han gobernado a sus anchas ocasionando problemas, necesidad y carencias. Esos jóvenes quieren su futuro de vuelta, por eso lucharán cívicamente por ello.
Estoy orgullosa de cada uno de esos muchachos que no están dispuestos a quedarse sin hacer nada; estoy orgullosa de todo ese equipo que ha orgizado una estructura juvenil preparada y convencida que no podemos perder la oportunidad de hacer grande a Puerto La Cruz.
Y sé que en todo el municipio no solo son estos 200 chamos, sino que hay miles de jóvenes, y no tan jóvenes, que están alistándose para librar la batalla democrática más importante de nuestra ciudad; que están preparándose para labrar con sus propias manos la ciudad del mañana.
Con ellos lo lograremos todo, por ellos ganaremos todos; y para ellos cumpliremos todo... Juntos por nuestra ciudad.
¡Vamos con todo! ¡Vamos todos!
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