jueves, 4 de agosto de 2022

Apertura Económica

Por Williams Caballero

Es, sin duda, un avance sustancial el cambio en la dirección económica del gobierno; pues, aunque se siga hablando de socialismo en verdad estamos en presencia de una apertura económica que está dando sus primeros pininos hacia una nueva realidad.

La proliferación de centros de abastecimiento de alimentos, hoteles, casinos, la iniciativa alrededor de las llamadas Zonas Económicas Especiales son indicios de un viraje adecuado en la concepción económica de Venezuela.

Ahora, ¿es suficiente con esto? Es obvio que no; el país necesita de mucho más para poder avanzar, esto pasa por la genuina recuperación del aparato productivo nacional, sincerar la realidad monetaria y reducir el gasto público.

El Estado venezolano, si en verdad quiere sanarse económicamente, debe despojarse de una serie de bienes que le generan pasivos laborales y gastos operativos incalculables; es decir, el Estado debe privatizar empresas estatales como navieras, aerolíneas, azucareras, procesadoras de alimentos, hoteles y mucho más, y entregarle el testigo de estas administraciones al capital privado.

Además, se debe asumir con seriedad el tema de la dolarización. Es innegable que vivimos una nación dolarizada en la práctica, solo falta que el Gobierno admita esta situación y de paso a una política de ordenamiento y estructuración monetaria que permita sincerar los ingresos de miles de trabajadores y pensionados en todo el país.

Tienen que reconocer, quienes están en el poder, que si desean avanzar y estabilizar la económica deben apalancarse en el poder de inversión y trabajo de la iniciativa privada, no hay otra forma de hacerlo.

También, es necesario comprender que no basta con una economía de bodegones y centros de apuestas, se debe ir más allá promoviendo la reactivación de las zonas industriales del país, pues esta es la única capaz de generar una estabilidad laboral importante en toda la geografía nacional.

Sin dejar a un lado el tema agrícola, pues así como se le va a entregar un millón de hectáreas a los iraníes, el Estado venezolano pudiera – no regalar, pero sino vender – miles de hectáreas a inversionistas interesados en poner a producir la tierra y criar en ella especímenes productores de carne, ya sea vacas, cerdos, cabras, etc.

Solo así, generando trabajo, aceptando la colaboración de los privados es que podemos sacar adelante a la nación y hacerla realmente productiva. Los pasos generados hasta ahora no son malos, sin embargo aún no son suficientes para poder satisfacer los requerimientos de prosperidad económica.

Lo que sí se aplaude es que se están dando demostraciones de un cese del dogmatismo ideológico y que las autoridades están siendo más pragmáticas a la hora de abordar la economía y los temas económicos de Venezuela, y esto es una buena noticia.

El país necesita menos Estado y más trabajo, menos impuestos y más oportunidades; necesita menos política y más economía. Venezuela necesita de más futuro y menos problemas en el presente.

Si todos, más allá de las divergencias de pensamientos, podemos trabajar en aras de mejorar la economía, entonces todos ganaremos como nación y como sociedad.

¡Se tenía que decir y se dijo!

No hay comentarios:

Publicar un comentario