jueves, 25 de agosto de 2022

Dolarización / Williams Caballero

Llevo un tiempo considerable hablando de la necesidad de la dolarización, pues creo que es la única forma de salir del espiral inflacionario que estamos viviendo en este momento.

No podemos seguir con dos tasas de cambio, la oficial y la paralela; el Estado nacional no puede seguir emitiendo bolívares sin respaldo generando así una ola de inflación mayor.

El Gobierno nacional tiene que comprender que es hora de dejar los dogmatismos y el romanticismo ideológico a un lado y ser pragmático en la toma de decisiones. O, de lo contrario, seguiremos este camino que llevará a un aniquilamiento aún peor de la economía nacional.

Sin duda, el país está viviendo una recuperación económica leve, pero importante. Sin embargo, el gran obstáculo para seguir avanzando es la política monetaria del Gobierno venezolano. Es por ello que insisto en la urgencia de dolarizar la economía.

Si dolarizamos los intercambios comerciales, las transacciones de toda índole, y además dolarizamos los sueldos y salarios de todos los trabajadores, entonces la situación se normalizaría, la inflación se pararía y el país podría tener un respiro junto a millones de venezolanos.

Esto, además, implicaría crear una mesa tripartita donde el Gobierno nacional, los empresarios y los trabajadores acordaría un salario mínimo acorde con la realidad económica y con las perspectivas de crecimiento del aparato productivo del país.

Aquí tenemos que ser serios, y muy responsables, por muchos años se han acordado medidas salariales y beneficios laborales que no marchan a la par de la crisis económica, es por ello que todos debemos ser conscientes que el país necesita del acuerdo nacional.

Aquí debemos separar, de una vez por todas, las diferencias políticas con el tema económico. Pues, lo ideal sería establecer un convenio en el cual todas las fuerzas partidistas acuerden unas líneas generales en el aspecto económico.

Esto es esencial, pues Venezuela no se puede dar el lujo de tener visiones enfrentadas, esta nación necesita un gran plan económico nacional que involucre a todos los sectores. Esto debido a que la recuperación total y plena de la economía venezolana no se logrará de la noche a la mañana.

El país demanda una cambio íntegro en todos los órdenes, un cambio que necesita la convergencia de todos los venezolanos. Y más si nos referimos en el ámbito económico.

Venezuela no puede continuar con el camino del desorden donde en cada esquina del Bulevar 5 de Julio de Barcelona o en el Mercado Municipal de Puerto La Cruz – por ejemplo –  existen mercaderes del dólar que compran el billete en mal estado o viejo.

No podemos seguir en la anarquía, en la descomposición salarial del trabajador, en la incertidumbre del comerciante y, menos,  generándole peligros y zozobras a los inversionistas.

Esto debe acabarse, y la forma de hacerlo es que el Gobierno nacional le ponga orden al tema monetario, dolarizando la economía.

¡Se tenía que decir y se dijo!

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